Una actitud positiva favorece el aprendizaje, ya que el alumno enfrenta las tareas y retos de manera optimista. También favorece la vida social del estudiante con sus compañeros y maestros.
En un colegio es indispensable promover actividades de integración en escenarios diversos para facilitar el proceso de adaptación de los estudiantes, buscar siempre darle significado a su día para que mantengan el interés y el deseo por asistir y mejor aún, por aprender. Resaltar siempre la importancia de una buena ACTITUD, y que los alumnos sean reconocidos por ello. Pero, ¿qué pasa cuando un alumno no tiene buena actitud en el colegio? ¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a tener una actitud positiva?
Los niños desde pequeños imitan las conductas y actitudes que ven en casa, es por ello que es importante observar el comportamiento de toda la familia y de las personas más cercanas al niño(a). Aquí te compartimos algunos consejos para ayudar a tu hijo(a) a superar la mala actitud:
La actitud positiva se contagia y se refleja en nuestro estado de ánimo optimista. Le recomendamos reservar comentarios negativos delante de sus hijos y expresar las quejas o descontentos de forma apropiada, ellos están receptivos siempre y tratarán de imitar su forma de expresarse y de actuar.
Evite el lenguaje negativo. En lugar de decirle a su hijo lo que NO puede hacer, hágale saber lo que SÍ está permitido o desea que haga.
Establezca límites claros. Un niño se desarrolla positivamente si se siente en un entorno seguro y sabe lo que se espera de él. Construir una estructura familiar consistente es de mucha ayuda.
Agradezca siempre. El agradecimiento hace que nos olvidemos de lo negativo y nos enfoquemos en todo lo bueno que tenemos, por lo tanto, generamos pensamientos positivos y nuestra actitud y la de nuestros hijos ¡cambia!
Sea organizado(a) y previsor(a). Es muy común que los “malos momentos” o disgustos con nuestros hijos pequeños se dan antes de llegar al colegio y tienen que ver con la organización, hagamos de cada mañana una oportunidad de convivencia agradable para todos. Preparar todo lo que vamos a necesitar la mañana siguiente evita que estemos faltos de tiempo y genere estrés y presión en las actividades matutinas, recuerde que ellos tienen su propio ritmo y la prisa ¡sólo es de usted! Recuerde también que la mayoría de las veces que su hijo llega triste o enojado, merma su disposición y deseo de aprender.
Reconozca y hágale saber cuándo está mostrando una actitud negativa, para que su hijo(a) pueda identificarla.
Identifique la etapa de desarrollo en la que se encuentra, ya que cada una tiene sus propios rasgos y de ello dependen sus intervenciones.
Diviértanse juntos. Los buenos momentos y la alegría hacen que nuestra actitud sea más optimista ya que se estimulan procesos bioquímicos que la favorece.
La mala actitud tiene un alto impacto negativo en nuestras vidas, no sólo en el éxito escolar sino también en la salud y nuestras relaciones interpersonales. Ayuda a tu hijo(a) a moldear una buena actitud para que le vaya bien en la vida.
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